Bueno, en mi tiempo libre también me dedico a jugar videojuegos, pasión que tengo desde que era niño, y como en mi tiempo de bartender aproveché de comprarme un decente PC gamer, luego me hice una cuenta de STEAM (danchoelterrible, si es que en realidad sirve de algo saber mi nombre de usuario) para posteriormente comenzar a comprar videojuegos, siempre en oferta (y vaya que hay ofertazas, 90% incluso). Y, finalmente, jugarlos, que para eso son: para dejarse atrapar, divertirse y pasar el rato.
Mayoritariamente he estado jugando PUBG, ese adictivo battle royale que conociera hace casi diez años gracias a los videos de Pewdiepie, ahora convertido en feliz hombre de familia (¿han visto sus últimos videos? No les mentiré me da alegría ver en lo que se ha convertido). Pero no todo puede ser PUBG así que, entre otros videojuegos que ya iremos comentando, me puse a jugar The Hong Kong Massacre, un título que se había anunciado hace unos ocho años más o menos, puede que más; fue poco después del merecido y justificado alboroto que causó Hotline Miami.
Entonces sí, tenemos un juego inspirado directamente en la jugabilidad de Hotline Miami, es decir con una vista cenital en donde controlamos a un silencioso, violento y habilidoso protagonista que en cada nivel debe, básicamente, asesinar a todos los enemigos habidos y por haber. Esta jugabilidad, sin embargo, se construye en base a una estética completamente diferente: si aquel título evocaba una estilización retro mezclada con la ultraviolencia de Drive (la película dirigida por Nicolas Winding Refn), THKM es una película de John Woo, o, mejor dicho, lo que una mirada algo superficial entiende por una película de John Woo: disparos y tiroteos a mansalva, slow motion incluido, dentro de las congestionadas y neonizadas calles y edificios de Hong Kong. El argumento, la verdad, no importa mucho, es una mera anécdota y el guión es mínimo, por no decir nulo: el protagonista es un ex-policía que busca vengarse de las triadas por el asesinato de su compañero policía. Entre medio de los niveles hay escenas con un bartender que da información, otros azarosos personajes dando información, y un interrogatorio en donde un policía le pregunta al protagonista qué demonios fue pasando en los días anteriores a su captura, sin que esto tenga importancia porque el protagonista es mudo y ya sabemos que sólo quiere venganza, una venganza despiadada y descerebrada.
THKM no destaca por su narrativa, antes al contrario, mejor ni haber intentado inventar una trama; su carácter meramente arcade es más que suficiente (quiero decir que las escenas intermedias son una innecesaria distracción o molestia): 35 niveles en total (7 por cada día, 7 niveles con jefes más poderosos que derrotar que los simples monigotes que masacramos a balas); 4 tipos de armas con sus respectivas mejoras que iremos acumulando si en cada nivel cumplimos ciertos requisitos: terminar en menos de X cantidad de tiempo; no usar el slow-motion y; el más difícil, tener puntería perfecta, sin desperdiciar ni una sola bala, es decir intentar cumplir esa célebre fórmula de 1 bala=1 muerte. Incluso la dificultad media es bastante desafiante, y si a eso sumamos un imaginativo y dinámico diseño de niveles, constantemente se verán inmersos no sólo en un montón de balas rozando tu hombro o nariz, también en punzantes dolores de cabeza: cómo demonios salgo de esta. En otras palabras, sin ser nada del otro mundo, THKM es un satisfactorio juego de disparos que no aburrirá, a pesar de la aparente reiteración de su planteamiento; no teman, pues cada nivel es un desafío y uno siempre queda con la espinita de querer hacerlo mejor, de cumplir los desafíos para tener mejores armas.
Finalmente, aspectos meramente técnicos que no se deben olvidar: excelente diseño de sonido; notables gráficas para lo que es el juego (está lleno de detalles, de luces, de colores, de movimiento, de escenarios completamente destructibles, sin que en ningún momento tropiece el conjunto) y, por supuesto, una gran banda sonora a cargo de Professor Kliq, que imagino se habrá inspirado mucho en Hotline Miami al igual que el desarrollador.
Así que eso: si tienen STEAM o PS4 y consideran adquirir The Hong Kong Massacre, es una compra que vale la pena, aunque si pueden aprovechen las ofertas que regularmente llegan (yo compré este juego con un 80%, genial ¿no?), y de la que no se arrepentirán.
BANG!
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