Bibliometro #62. Aprovechando el préstamo de Cuentos japoneses, prologado por María José Ferrada (libro que comentamos ayer mismo), quise mirar si había algo más de ella disponible y he acá Kramp, su primera novela para adultos como se dijo en el momento de su publicación, dado que con anterioridad Ferrada había publicado numerosos libros de literatura infantil. Yo ya había leído Kramp hace años gracias a la Sección de préstamo a domicilio de la Biblioteca Nacional y fue una lectura que me encantó, tanto que, de hecho, pensé que había comprado un ejemplar y luego cuando me puse a ordenar mis cosas y vi que no lo tenía me dije "bah, entonces no lo compré pero qué raro estoy seguro de que sí lo había hecho", y como quedé con la espina clavada, otra vez pedí prestada esta novela, esta vez por cortesía de Bibliometro, para refrescar la memoria.
Al terminar de leer Kramp quedé con una agradable y placentera sensación que me hizo recordar el porqué quería comprar este libro. Es un libro que vale la pena tener, un libro al que con todo gusto uno puede volver de vez en cuando a sus páginas. Es una lectura sencilla y bastante corta, unas 125 páginas escritas en un estilo austero y minimalista, pero no adusto ni áspero, al contrario, un minimalismo naif si algo así tiene sentido, minimalista y naif pero no por ello menos intrincado y profundo. Es un libro que bajo su apariencia ligera esconde un submundo adulto, lleno de cicatrices y zonas de peligro, zonas ensombrecidas y afiladas, viciadas.
Kramp es una pequeña gran historia tanto por lo que cuenta como por lo que no cuenta. Lo que cuenta es la historia de un padre, uno de esos vendedores ambulantes que trabaja para una compañía de herramientas (Kramp), yendo de pueblo en pueblo vendiendo los productos de su empleador, y de su hija, una muchachita que prefiere pasar el tiempo junto a su padre en el trabajo que en el colegio, junto a personas de su edad. Es la crónica de una relación filial pero también laboral y humana, psicológica, con todas sus peculiaridades y singularidades, como directamente salido de alguna película; es también la crónica de un cambio de tiempo o de era, pero expresado no de una manera tan directa o literal, quiero decir que ese cambio de tiempo puede referirse a un abismo generacional o al proceso de maduración, el paso o mejor dicho tránsito (esa es la palabra) de un estadio de existencia al siguiente. Es comenzar a conocer la decepción, la desilusión y la desolación; es aprender a ver más allá de lo simpático, lo alegre y lo llamativo; es aprender que no todo lo dicho o lo aparente es verdad, que la mentira es incluso más común. Una historia sobre decadencias, una historia crepuscular. Una historia narrada desde el punto de vista, agudo y mordaz, de una niña, muy observadora y todo pero no completamente al tanto de lo que sucede a su alrededor, no como el lector, que intuye y confirma lo que hay en las sombras de esta historia, qué es lo que "no cuenta" (no de manera evidente al menos): la tristeza o ensimismamiento de ciertos adultos a su alrededor; las urgencias horarias que hay que cumplir; los juegos de palabras y apariencias que no deben olvidarse para que no suceda nada malo. Parece que son tiempos complicados en los que vive la niña, aunque a ella más le llamen la atención los avatares del empleo de su padre, sin embargo la niña va creciendo, va rememorando esa infancia y, ya con otra visión algo más madura y amarga, es capaz de vislumbrar aquello que en su tiempo burló, eludió o escapó de sus ojos infantiles.
Kramp es un libro muy bello pero muy triste (y bueno, también muy entretenido porque las reflexiones e ideas que la niña comparte brillan por su ingenio e involuntaria ironía), de verdad transmite el desconsuelo tanto de su protagonista como de quienes la rodean. El desconsuelo mayor de un tiempo concreto, de un país entero. El desconsuelo de que la magia no existe. De que toda ilusión se esfuma. De que la realidad no es un juego. Ese contraste y mezcla de atmósfera naif y crepuscular potencia tal sensación de desconsuelo y desolación. Es un libro muy bien escrito, cuenta su historia con precisión y expresa dicha mirada tan compleja de manera diáfana y directa, inesperadamente poética.
Bueno me detengo, será mejor que disfruten por sí mismos de esta pequeña gran novela. Un verdadero gusto.
Quizás estemos mirando una de las fichas bibliográficas más feas y desordenadas de todo lo que hemos pedido prestado en Bibliometro. Partamos por el hecho de que la última fecha, el 02 de diciembre, está estampado ¡tres veces! ¿A qué demonios se debe tamaña desprolijidad? Ya ni hablar de las otras fechas estampadas... En cuanto a números, desde abril del 2019 hasta ahora, es decir unos cinco años y medio, Kramp ha sido prestado en ocho ocasiones. Denle una oportunidad, esta novela vale la pena y su lectura es una delicia.
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