Bibliometro #68. Nuevamente Zambra, uno de los mejores escritores actuales y vigentes que hay en Chile, para qué negarlo, para que contenerse. Facsímil es un libro que tenía hace mucho tiempo entre ojo y ojo, más o menos desde que se publicó, hace una década creo, porque siempre me llamó la atención su propuesta, que nunca pude entender por completo cuando hablaban al respecto en las reseñas de los diarios, hasta ahora que por fin hemos leído sus páginas. El resultado es talento puro. No sólo un ejercicio literario experimental, sino que literatura en toda su expresión. Asombroso y excepcional.
1-3-4-2-5 era mi idea, pero no está entre las alternativas :( |
No es lo mismo "aunque nada tenga sentido" que "hasta que nada tenga sentido". ¿Eres de un cinismo amargo o de un rabioso romanticismo? |
Replicando el formato de una de esos exámenes para entrar a las universidades, Facsímil consta de cinco secciones:
1.- Acá hay que elegir la palabra que menos tenga que ver con la del enunciado. Es una manera suave y sencilla de comenzar, pero soterradamente aguda e ingeniosa, pues te hace pensar concienzudamente en el significado de las palabras, en su significado real y en el significado que convencionalmente se les da (y el significado que tienen para nosotros como individuos, como lectores, claro), sobre todo cuando la semejanza o disonancia entre las opciones no es tan clara ni obvia, a veces es inexistente, entonces te quedas reflexionando sobre qué determina un significado, qué significa significar. Como es un ejercicio posmoderno, también es una pulla o una burla a los verdaderos facsímiles, al modelo de evaluación de estudiantes, pues conscientemente el autor plantea preguntas y respuestas que no tienen correspondencia lógica ni causal, aunque como son las únicas opciones estás "obligado" a elegir una alternativa aunque ninguna te haga sentido ni tenga sentido de por sí, ¿si comprende parce? Este burlón gesto posmoderno se irá haciendo más notorio y desolador a medida que avanzamos y el autor te obliga de verdad a elegir una sola opción, del mismo modo en que estas pruebas de aptitud te obligan, te programan, te normalizan hacia una determinada respuesta=opción=camino=conducta. Porque una cosa es lo que TÚ QUIERAS responder, otra cosa muy diferente es lo que TÚ DEBAS responder/ELLOS QUIERAN que respondas.
2.- En esta sección tenemos un título o enunciado, luego varias oraciones numeradas, luego nuestra misión es ordenarlas de la mejor manera. ¿Cuál es la mejor manera? He acá que está presente nuevamente el gesto posmoderno: en vez de mirar las alternativas, yo ordenaba las oraciones y redactaba algo a mi gusto, claro, pero a veces dicho orden no estaba entre las alternativas de selección múltiple, por lo que correspondía ver dichas alternativas y leer las oraciones en el orden propuesto por el facsímil. Algunas alternativas tienen un orden bien sensato, otras alternativas son obviamente una tomadura de pelo. A veces todas las alternativas son una tomadura de pelo, a veces todas las alternativas son no sólo sensatas sino que auténticas y pequeñas maravillas literarias, a veces todas las alternativas tienen el mismo orden, es decir hay una sola respuesta, entonces uno se da cuenta de que está obligado a plegarse a la visión del facsímil, que por supuesto representa simbólicamente al comité que elabora dichas pruebas de aptitud, el cual a su vez representa menos simbólicamente los intereses superiores al momento de determinar criterios de selección de ilusos universitarios. El mensaje es claro: el lector, que somos la juventud obligada a tomar semejante examen de ingreso universitario, si queremos ser parte del sistema debemos aparcar nuestra propia visión y aceptar/acertar lo que se nos impone.
Por lo demás, en otra nota, como dejé entrever: en esta sección hay piezas que son verdaderas delicias literarias, algunas cargadas de rabiosa ironía, crítica social, otras de nostalgia y melancólico humanismo. Además, más allá del gesto posmoderno al que tanto le he dado cuerda, me gusta que también sea una forma de escritura colectiva. Con limitaciones, pero colectiva al fin y al cabo.
3.- Esta porción es el clásico complete la oración. Por acá Zambra saca a relucir su lado poético y también nos invita a nosotros a sumarnos en esa onda poética, dándonos la posibilidad de explorar nuestro lado más romántico y metafórico así como nuestro lirismo más sucio y realista: la poesía de lo inasible, lo espiritual, o la poesía de lo cotidiano, de lo rutinario, incluso de lo feo y de lo injusto. Es una forma literaria/poética de dime qué comes y te diré quién eres. ¿Qué refleja la alternativa que elijes? ¿Tu lado pesimista, tu lado optimista, tu lado anárquico, tu lado conformista, tu lado sensible, tu lado rudo y grosero? Lo cierto es que esta sección también parece afirmar una verdad bastante linda: la poesía está al alcance de todos, aunque no lo sepamos.
4.- Acá lo que debes hacer es quitar la frase o las frases que menos aporten. Es relativamente similar a la sección dos. Como crear un monstruo de Frankenstein narrativo. También una forma de creación narrativa/literaria colectiva, también una forma de descubrir qué parte de ti late con más fuerza, porque elegir no es fácil, remover tampoco, quitar menos: ¿Qué refleja de ti el que consideres que tal o cual oración/fragmento sobre o no sobre? Hay algunas preguntas en donde hay dos historias separadas que también hacen sentido juntas, entonces qué eliges: ¿la historia A, la historia B, o una mezcla de A y B (si es que se puede, claro)? Qué es importante, qué es superfluo. A veces hay alternativas, a veces no las hay...
Desde luego, los resultados literarios de esta sección son fascinantes, sin perder por ello su potencia o poderío discursivo, la lucidez de su gesto político.
5.- Comprensión de lectura. Zambra nos deleita con tres fenomenales cuentos en donde están presentes sus intereses y obsesiones: crecer en el Chile hipócrita y neoliberal, crecer como una persona de clase media; las amistades y los amores de adolescencia, la adolescencia como una época que te marca de por vida; las turbulentas relaciones sentimentales/amorosas, el fracaso, el desprecio; las relaciones de familia, el amor paternal, los abismos generacionales; retrato social, retrato político, retrato individual y colectivo; etc.
El primer cuento es sobre un hombre que recuerda ciertos curiosos personajes de su paso por el Instituto Nacional, uno de los mejores liceos del país y, supuestamente, ejemplo claro de que la meritocracia existe en Chile, en tanto alumnos de todos extractos sociales puede acceder a una educación de calidad, sólo que, tal como nos muestra el cuento, entre otras cosas, la vida dentro del liceo no es la más, ejem, luminosa o iluminada. El segundo cuento tiene que ver con divorcios, separaciones y anulaciones, las leyes en Chile al respecto, el Chile conservador e hipócrita y retrasado, y es la historia de las turbulentas relaciones del protagonista, un hombre chilensis promedio, es decir, no la gran cosa. El tercer cuento es una sentida carta que un padre le escribe a su hijo, una carta de amor, de honestidad, de liberación, de aceptación: un padre que le entrega las alas a su hijo para que este pueda volar a donde quiera.
Luego le siguen preguntas muy divertidas y jocosas en donde Zambra deja entrever su proceso creativo, además de la siempre saludable y necesaria autocrítica, que es una forma también de invitar a los lectores a que hagan el mismo ejercicio de examen introspectivo. O una forma de interpelarnos: ¿te diste cuenta de lo que pretendía hacer con este cuento? ¿Hacia dónde se dirige tu mirada al momento de leer?
Como ven, tenemos un libro que es poesía, que es cuentos, que es una suerte de ensayo o crónica literario-social, todo inteligentemente ordenado en un formato de preguntas y alternativas que es una invitación a una forma de literatura colectiva pero que es también una desolada y feroz crítica a lo absurdo de estos putos exámenes de mierda, al explicitar que, en realidad, NO TENEMOS NINGUNA OPCIÓN y que todo este rollo de la meritocracia y del camino correcto no es más que una ilusión para obligarte a ser una pieza productiva más de este cochino sistema neoliberal inhumano y utilitarista. Intenta pensar distinto y ya verás como te aplastan. Intenta encontrar alternativas fuera de la norma y ya verás como te excluyen, te apartan, te marginan. Si no tienes respuestas a sus preguntas, no existes. Si decides elegir una de las alternativas que generosamente te ofrecen, muere una parte de ti, queda sepultada bajo el discurso oficial. Este libro es una bomba en ese sentido, una verdadera granada, política y socialmente inteligente e incendiaria (no como ese egocéntrico y autocomplaciente librito pueril de Arelis Uribe: aprende, niña) a la vez que grandiosa literatura con todas sus letras.
Magnífico e imprescindible.
¿Qué párrafo extirpas del conjunto? ¿Separas el encuentro romántico del horror de la noche de la dictadura, o queda todo junto porque son inseparables? Yo elijo E) 2. |
La prolija y ordenada ficha bibliográfica de Facsímil nos dice que en un año y tres meses de existencia bibliometrense el libro de Zambra ha sido prestado tan sólo cinco veces. Demasiado poco para un libro tan único y tan genial, así que ya saben, consíganselo, léanlo, disfrútenlo, jueguen con él. Van a salir ganando.
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