"LAS GRANDES PASIONES SON ENFERMEDADES INCURABLES"
-Goethe

martes, 7 de enero de 2025

Desde el jardín, de Jerzy Kosinski

 


Biblioteca Nacional S11E03. Llegamos al final de otra temporada en la B.N.P.D., y miren ustedes, ¡no es una novela de Stephen King! ¡Qué novedad! A veces me lo he preguntado pero la verdad es que no me aburre leer tantas novelas de King seguidas; si surge la interrogante, se acalla de inmediato abriendo uno de sus libros y sumergiéndome en sus páginas, en sus historias. La buena literatura te atrapa y uno no se cansa. Pero ya van quedando menos libros suyos (a mano, claro), por lo que le estamos abriendo espacio a otros títulos, a otros autores. Desde el jardín es el libro en el que se basa la película de Hal Ashby, "Being There" (título original de la novela también), una de las cosas que me empujaron a pedirlo prestado; la otra razón es el autor, Jerzy Kosinski, escritor polaco nacionalizado estadounidense (creo, al menos se radicó en Estados Unidos y vivió ahí décadas hasta su suicidio), siempre envuelto en polémicas pero que a mí nunca ha dejado de parecerme interesante, a pesar de no haber leído nada suyo hasta ahora; de hecho he comprado tres libros suyos, quizás más adelante los leamos por fin, pero qué buena manera de comenzar, en todo caso, con su bibliografía.


No vamos a decir que Desde el jardín es una cumbre literaria pero sí me ha parecido una novela sensacional y bastante sorprendente, asombrosa en su aparente simplicidad. Con un lenguaje sencillo y elegante, de descripciones austeras y algunas cuantas cuidadas reflexiones, más o menos en línea con el carácter del protagonista, lo que Kosinski propone es una divertida e ingeniosa sátira cuya mayor característica es su decidido humor blanco, incluso naif, una sátira cándida y bonachona e ingenua que extrae, precisamente de ese carácter inocentón, sus más punzantes y mordaces equívocos y observaciones, como si fuera un niño sin malicia ni segundas intenciones ni apenas consciencia de lo que hace u observa, apuntando con el dedo (metiendo ese mismo dedo en la llaga, pero sin querer) los más grandes ejemplos de hipocresía y ridiculez con que se va encontrando, que quedan expuestos, desnudos, despojados de artificios, desarmados ante la literalidad de su protagonista: el pan es pan y el vino, vino.
El protagonista es Chance, un hombre maduro que no sabe leer ni escribir y que ha vivido toda su vida en el jardín que ha quedado a su cuidado, sin jamás salir al mundo exterior, el cual solamente ha observado a través de la pantalla del televisor en su habitación. Cuando el Anciano que lo adoptó muere, un hombre rico que le legó sus finas ropas, Chance queda a merced del mundo; ignorante e inocente como es, de mente simple y carente de inflexiones o complejidades, se lanza a una nueva vida marcada por hilarantes y delirantes equívocos que lo llevan a codearse con las más altas y destacables autoridades y élites políticas y económicas, quienes lo toman prácticamente por un genio, un iluminado, un mesías moderno que con su particular filosofía puede encontrar soluciones a los problemas más retorcidos y complicados que ni siquiera los estudiosos con más títulos universitarios pueden hallar.
La novela progresivamente se decide por el tono satírico y socarrón e irónico de las peculiares aventuras de Chance en detrimento de ese inicial toque de ternura y melancolía, lo que no es del todo terrible, a fin de cuentas Desde el jardín es una historia divertidísima que se lee en un suspiro, sin embargo había algo encantador en esos primeros pasajes de la novela pues la premisa parecía apuntar a una historia como de abandono u orfandad, de tono más bien filosófico-existencial, de injusticia incluso (que no deja de ser todo lo anterior, sólo que el tono se concentra hacia lo cómico): un hombre que legalmente no existe (nunca tuvo documentos, por ejemplo, de identidad o de empleo, o certificado de nacimiento) y que de repente debe sobrevivir en una sociedad hiper informada que realmente no conoce, creando una sensación de angustia y expectación. Sin embargo luego caemos en la seguidilla de equívocos en donde un Chance ya bastante asegurado queda como eje central de toda una maraña de tramas políticas y sociales que conforman una certera crítica a esa sociedad del espectáculo que es Estados Unidos, ese gran reality show donde el surrealismo se hace normalidad. Lanza interesantes ideas y reflexiones sobre la inmanencia de la televisión y su rol en el constructo social, en la duplicidad de las imágenes que consumimos, en la presencia y rol de los medios de comunicación al momento de construir un zeitgeist y cómo un  simple desconocido puede alterarlo todo, dando a entender que el sistema puede ser tan férreo y dominante como frágil e ilusorio, un mero truco visual que todos concordamos en aceptar como cierto, como real. Sobre esto de las imágenes, hablamos no sólo de las imágenes concretas que puede capturar/emitir un aparato electrónico sino las imágenes que proyectamos o proyectan por nosotros, en este caso la imagen que todo el mundo se hace de un simple jardinero limitado intelectualmente cuyas palabras sobre jardinería son tomadas como inteligentes metáforas sobre las crisis económicas y los ciclos sociales. Qué es real, qué es aparente: quién o qué determina/distingue la diferencia. Pero ojo, que si así lo prefieren también pueden leer esta historia como la hilarante comedia que es, un desacomplejado divertimento de tomo y lomo.
Siendo un libro de unas 150 páginas, Desde el jardín es disfrutable a tope y al final uno queda con gusto a poco, o mejor dicho con la sensación de que fácilmente podríamos quedarnos leyendo 150 páginas más: en qué enredos más podría meterse el bueno de Chance, qué otras maneras la novela puede reírse de las mascaradas de la sociedad gringa...


Un ejemplar antiguo, llegado a mediados del 2013, y que ha sido prestado en 19 ocasiones en estos casi doce años de existencia. Su año de gloria fue el 2015, con ocho préstamos, y de nuevo ocurre lo de siempre: el último préstamo fue el 2018 y luego apenas otros dos más: el mío de ahora y otro excepcional este mismo 2024, por mayo. Soy majadero con el tema pero ¿no les llama a ustedes la atención dicho fenómeno? ¿Que la mayoría de los libros tienen préstamos hasta el 2019 y luego nada, apenas uno que otro tímido préstamo o a veces ninguno, solamente yo? Debería llamarles la atención, eso sí que sí...

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