¡Pero qué escándalo se ha armado con La loca del Sagrado Corazón!, y todo porque en la portada la contraparte femenina del protagonista aparece mostrando las tetas, por dios santo, ¡a dónde iremos a llegar! Bueno en fin, vayan a leer con confianza, no hay nada NSFW en esa entrada.
Bibliometro #85. ¡Miren lo que tenemos entre manos, por el amor al universo! Desde luego, al pedir La loca del Sagrado Corazón me puse a mirar si es que había otros cómics de Jodorowsky en las redes bibliometruscas y ¡bingo!, El Incal, damas y caballeros, en su edición integral, un librazo de poco más de 400 páginas de una calidad apabullante y superlativa. Todo un clásico de la ciencia ficción y de los cómics.
Debo decir que mientras leía El Incal me vine a dar cuenta que lo que me resulta tan fascinante e interesante y magnético de su lectura no es la trama en sí misma, que podríamos simplificar como el alucinante viaje de un antihéroe en medio de un complot galáctico que enfrenta a las absolutas fuerzas del bien y del mal, sino que su grandioso, complejo y rico universo pletórico de ideas, de creatividad, de significados, de infinitos detalles que se nos escapan a simple vista pero que ahí están, conformando y construyendo como en tiempo real la desquiciada aunque vivaz y en cierta forma luminosa realidad que nos proponen los autores. Si alguno llegara a decir que El Incal no ha inventado nada, sí podríamos responder que, aceptando semejante declaración/premisa tan descabellada e injustificada, al menos, en su defecto, El Incal ha sido capaz de aglutinar todos esos elementos de una manera original, novedosa, refrescante y no antes vista. Lo que en cierta forma sí es inventar: una nueva forma de narrar. No es menor, eh.
Como digo, la historia comienza con el protagonista, John Difool, siendo golpeado por enmascarados que luego lo lanzan desde lo alto de un puente hacia un lago de ácido, buscando algo que nuestro desafortunado hombre clama no tener, lo cual resulta ser el inicio de una trama que, tal como él mismo señala más adelante, parece ramificarse hacia el infinito. Todo gira en torno al Incal, una cosa que debe ser poderosísima para que tantos personajes luchen incansablemente por obtenerlo, tan poderosa que el mismo destino del universo conocido y por conocer depende de en qué manos caiga. Así las cosas, El Incal es, a todas luces, ciencia ficción pero también fantasía, un space-opera para adultos pero para nada solemne, abierta y grosera y orgullosamente satírico, desmesurado, exagerado y libre, festivo en su espíritu creador para ir apilando personajes y planetas que, por lo demás, hablan de cosas muy reales y palpables, conformando a su vez una férrea y honda crítica social, crítica humana, crítica espiritual. Comienza como una novela negra además, inspirado por la energía de aquellas negras historias de detectives de los libros pulp, salpicado también por el universo de Philip K. Dick, aunque todo orquestado de manera coherente desde el personalísimo estilo o mundo artístico de Jodorowsky. Puede que suene a que es mucho que asimilar, pero es asombrosamente asimilable. El Incal es una trama eminentemente espiritual, el viaje de su protagonista expresado a través de simbologías místicas y espirituales que alguien más ducho que yo sabrá identificar y aprehender de manera más cabal, pero algo tendrá que ver la herencia judía de Jodorowsky, el tarot con sus arcanos, la numerología, en fin ya se imaginan. Pero El Incal es, también, la historia de un futuro completamente desquiciado y desgarrado por los peores males de la humanidad y más allá, convertido en un agujero de mierda (literal) en donde la gente vive aprisionada en su propia mugre, dominados por estúpidas castas "superiores" y sistemas explotadores y esquemas políticos completamente absurdos y, por alguna razón, aún para nada obsoletos en ese futuro. Una historia sobre la Oscuridad, sobre la Luz, sobre el equilibrio y su sabiduría. El Incal es eso y muchas cosas más, es cada cosa por sí misma y todo a la vez. Es una aventura, a fin de cuentas, y quizás sea lo más importante si nos atenemos al relato en sí mismo, un fluido continuo de acontecimientos a cada cual más alocado que el anterior gracias a este universo que, en vez de cerrarse sobre sí mismo, con cada página parece florecer y florecer cada vez más, ofrecer más y más capas de realidad, de significados, impulsados por El Incal, por la búsqueda en sí misma, el viaje en sí mismo, la odisea.
El dibujo de Moebius, como pueden apreciar, es absolutamente impresionante y fenomenal, un auténtica obra de arte, que, eso sí, brilla sobre todo en esas grandes imágenes panorámicas y ciclópeas; parece contenerse cuando las páginas requieren viñetas más pequeñas y restringidas por el espacio y la información a necesariamente transmitir. Sin embargo cada página es un verdadero y auténtico placer a la vista, desde las composiciones a los colores, los trazos, esa maldita y deliciosa cantidad de detalles visuales, el juego de luces y sombras... Desearía poder explayarme más y mejor, pero el ámbito gráfico no es lo mío, sólo debo decir que dejarse llevar por la historia y los dibujos es una experiencia que se erige como la definición misma de deslumbrante.
Esta edición integral además viene con unas cien páginas extras que no es realmente necesario leer, primero porque son textos escritos por otros autores, porque no son más que informativos (además de ofrecer alguna que otra interpretación de varios aspectos de la trama) y porque además hablan de detalles argumentales de Antes del Incal y Final Incal, por lo que si, como yo, no los han leído, corren el peligro de destriparse las historias. Yo por fortuna, al darme cuenta de la naturaleza de esta sección extra, me abstuve de adentrarme mucho en sus "misterios". Sí hay un par de textos que vale la pena leer porque, en esencia, son reportajes o entrevistas a los autores sobre sus procesos creativos, sus carreras, sobre la influencia de la fallida Dune en El Incal... Pero los demás textos se los pueden ahorrar.
El resto, El Incal como tal, no se lo ahorren. Es uno de esos clasicazos que hay que leer sí o sí aunque sea una vez en la vida. Yo me compraría este volumen para tenerlo en mi biblioteca personal, sin duda es una compra que valdría la pena hacer.
No es la ficha bibliográfica más pulcra ni prolija pero supongo que una obra como El Incal, en cierta forma desordenada, no podía tener una ficha demasiado perfecta, ¿no? Además miren qué actividad, si desde hace unos seis años y contando que El Incal ha sido prestado en 23 ocasiones, aunque, curiosamente, una sola vez el 2018 y luego recién a inicios del 2022 revive para ya no parar, por lo que podríamos decir que en tres años ha sido prestado en 22 ocasiones, genial, ¿no?
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