"LAS GRANDES PASIONES SON ENFERMEDADES INCURABLES"
-Goethe

domingo, 22 de septiembre de 2024

Gambito de dama, de Walter Tevis

 

Biblioteca Nacional S06E01. Comenzamos un nuevo ciclo en la B.N.P.D. renovando autores. Nadie me corrige pero en el post de La información, de Martin Amis, había puesto que era el S03E03 y no señores, era S05E03, me carga cuando ni yo mismo me ubico con mis propias clasificaciones y denominaciones. Al menos siempre ando alerta a mis propias cagadas, ojo avizor, hay que cuidarse del ridículo. Imagino que muchos de ustedes habrán visto "Queen's Gambit", la miniserie de Scott Frank protagonizada por Anya Taylor-Joy. Yo lo hice, creo que nunca la comenté, pero me gustó un montón. Y a mucha gente. Tuvo un éxito inesperado que además acarreó consigo un inusitado y notable interés por el ajedrez, que por entonces, plena pandemia aún, ya estaba aumentando su popularidad gracias a los chess streamers y, sobre todo, a las grandes figuras de dicho deporte, tales como Nakamura, Firouzja, Caruana, Nepo, Dubov, Giri, entre otros más, mucho más mediáticas que unos años antes y, ciertamente, aparentemente más humanos y cercanos, aunque gran parte de ello se deba al reinado del gran Magnus Carlsen, que por sí solo atrae mucha gente, interés creciente que debido a esta miniserie tuvo su remate perfecto, el cual, por cierto, aún no conoce límites: el ajedrez es cada vez más popular, y para muestra de ello el reciente enfrentamiento entre Carlsen y un desagradable muchacho llamado Hans Niemann, duelo que vaya que aglutinó un montón de espectadores, como si fuera un combate de box, de hecho yo creo que provocó más interés y ruido de lo que lo hará la partida por el Título Mundial entre Ding Liren y Gukesh D. Por cierto, hoy mismo terminaron las once rondas de las Olimpiadas del Ajedrez, con los equipos femenino y abierto de India triunfando claramente en ambas categorías. Si los ajedrecistas indios ya están pisando fuerte, sólo esperan a que Carlsen, al que aún le quedan años y años de calidad, rides into the sunset para poder reinar plenamente y sin rivales. Un mundo apasionante, como ven.


Para no hacer más larga la introducción mencionemos por acá que, en ese entonces, se me hizo sorprendente también notar que la miniserie estaba basada en una novela y que el autor de dicha novela era nada menos que Walter Tevis, para cualquier amante del cine conocido por ser el autor de las novelas en que se basaron películas como "The Hustler", de Robert Rossen, "The Colour of Money", de Martin Scorsese y "El hombre que cayó del cielo", de Nicolas Roeg, protagonizada por Bowie. Eso, desde luego, es motivo más que suficiente para interesarse aún más por Gambito de dama, así que cuando vimos que estaba en uno de los estantes en la sección de Préstamo a domicilio, takes takes.

Primero que todo, Gambito de dama transmite y expresa, con creces, la pasión y el entusiasmo del y por el ajedrez: ese mundo que puede parecer frío, demasiado lógico y cerebral y racional, incluso rígido e inflexible, pero que en realidad es genuinamente mágico y poético, abierto, fascinante en sus eternas posibilidades. Desde que la protagonista, la ínclita Beth Harmon, ve al bedel de su orfanato jugar solo ajedrez en el húmedo y polvoriento sótano, el bicho ha picado e inyectado su dulce veneno, que se extiende en cada página de este largo y pedregoso camino hacia el éxito y la realización personal, superando obstáculos tanto en lo relativo al ajedrez (rivales cada vez más difíciles de vencer, como el gran antagonista, que no enemigo, Borgov) como a su vida privada, íntima, psicológica o mental, en tanto Beth Harmon tiende a los excesos para evadirse y huir de las complicaciones, de las frustraciones. Con todo, no es un retrato tan, tan oscuro, tan desgarrador o tan fatalista, no es realmente una profunda y compleja exploración sobre la oscura naturaleza del ser humano y el abismo de la gloria o la perdición (aunque tiene sus leitmotives compartidos con esas otras novelas: el genio maldito, un arte u oficio maravilloso rodeado de un mundo gris e inhóspito, el solitario bajo la pesada mirada de una sociedad hipócrita y superficial), por lo general el tono de esta novela se mantiene bastante ligero, es más bien una carta de amor al ajedrez y una aventura argumental; más que el tormento personal Tevis se centra en la progresiva perfección del juego desde que Beth Harmon es esa niña silenciosa y hosca hasta que camina gloriosa por las calles de Moscú. De ahí que, más allá de la protagonista, el resto de personajes, bien definidos no obstante (convincentes, verosímiles), sean más bien arquetipos que, eso sí, fluyen la mar de bien en el torrente de acontecimientos. El excéntrico, el viejo solitario y gruñón, la directora estricta y rencorosa, la ama de casa inestable, los genios distantes, la muchacha negra cool de actitud altisonante... Lo que sí, Tevis describe bastante bien el infierno de las adicciones; en los momentos en que Beth Harmon parece hundirse definitivamente en esa oscuridad del abandono y la desesperanza, en las ansias de un trago más, es cuando la escritura de Tevis se vuelve tan intensa y palpable y humana como cuando describe los juegos y reflexiones y estudios de ajedrez: en ambos casos, se nota, escribe con las tripas y con el corazón. El resto, como se dice, es una novela bien escrita y bien narrada que mantene de inicio a fin esta atmósfera de encantamiento, como una suerte de fábula o alegoría sobre una chica, un peón, en su camino a la octava casilla para coronarse como la reina del tablero que de la vida, escaque a escaque. En el camino, denlo por seguro, se conmoverán y emocionarán, porque cómo no sentir en carne propia el vértigo que siente la protagonista en los momentos álgidos, cómo no alegrarse de sus merecidos triunfos, cómo no frustrarse ante sus tropiezos. Una historia de crecimiento.
Una muy buena novela, una lectura totalmente recomendable, y si la acompañan luego con la miniserie, tanto mejor. Genial experiencia.


Uno pensaría que la popularidad de Gambito de dama se extendería y reflejaría en la ficha bibliográfica correspondiente, pero he aquí que tenemos tres préstamos, uno cada año, desde abril del 2022. Mi teoría es que la gente prefirió simplemente comprar el libro en su librería más cercana o a través de internet, aunque también está el hecho insoslayable que hay menos usuarios en la B.N.P.D. que en Bibliometro, por ejemplo, que no tiene este libro en su colección, y si fuera así, estoy seguro de que Gambito de dama tendría mayor actividad lectora.

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