Autos Rojos

En el trabajo estaba yo y mis compañeros disfrutando de la media hora de colación cuando la siguiente conversación toma lugar, conversación que voy a transcribir no sin antes advertir que estoy apelando a la memoria y que además pretendo darme ciertas licencias con tal de que la cosa sea un poco más fluida y, ojalá, divertida.

En la mesa están sentados: EL COPERO, EL CHEF, EL AYUDANTE DE CHEF (A.C.), EL BARMAN, EL GARZÓN GUAPO, EL GARZÓN RARO, y EL GARZÓN NUEVO.

Al inicio, sólo silencio. Preciso: sólo el ruidoso sonido de los cubiertos tocando los platos y la comida siendo masticada, algunos con la boca abierta. De repente...

G. GUAPO: Se murió un amigo, weón.
G. NUEVO: ¿Un amigo?
G. GUAPO: O sea, no un amigo, pero casi. Era el amigo del pololo de mi hermana.
G. NUEVO: ¿Y de qué murió?
G. GUAPO: De cáncer. Llevaba un año así.
G. NUEVO: Cuático.
A.C.: ¿Y cuándo se murió?
G. GUAPO: Hoy mismo, lo supe antes de venir para acá.
G. NUEVO: Pero... ¿era amigo tuyo?
G. GUAPO: Mmm... conocido, igual teníamos amigos en común. Nos veíamos o cruzábamos.
A.C.: Entonces no eran tan amigos.
G. GUAPO: Puta, no weón. No realmente. Pero es raro que alguien se muera...
G. NUEVO: Si poh...
A.C.: Claramente.
G. GUAPO: ...especialmente si es tan jóven.
A.C.: Dímelo a mí*
G. NUEVO: ¿Cuántos años tenía?
G.  GUAPO: 26. Era un cabro, tenía muchas weas que hacer. El año pasado igual se murió un amigo...
G. NUEVO: ¿Cuántos años tenía él?
G. GUAPO: 25
G. NUEVO: Yaaa, ¿y de cáncer? Qué wea el cáncer...
A.C.: El otro año se va a morir un weón de 27, ja, ja, ja...
G. GUAPO: Sí, ja,ja. Nooo, no de cáncer. Se murió de una wea que le dio, fulminante. Estaba haciendo rugby y de repente chao, adiós. Brígido.
G. NUEVO: Cuático. ¿Y dónde hacía rugby?
G. GUAPO: En el colegio. Éramos compañeros, yo igual hice un poco, pero más por deber que por pasión.
G. NUEVO: Te vas a morir tú ahora, weón.
G. GUAPO: Sí weón, de hecho el loco que murió de cáncer era del mismo colegio también.
G. NUEVO: ¿En serio? ¿Qué colegio?
G. GUAPO: No lo vas a cachar, es muy chico, como de doscientos alumnos-
A.C.: Por eso se mueren todos los weones...
G. GUAPO: ¿Cómo?
A.C.: Por eso se mueren, porque son pocos y las probabilidades de que mueran son más altas.
G. NUEVO: Como esa wea del auto rojo.
A.C.: Sí poh, mientras más chico más probabilidades de que mueran se supone.
BARMAN: Calmao', ¿qué es esa wea del auto rojo?
A.C.: Probabilidades. Como son pocos alumnos es más probable que hayan más muertes.
BARMAN: No, sí, sí entiendo esa wea... ¿Pero qué era la otra wea del auto rojo?
G. NUEVO: Que los autos rojos tienen más probabilidades de tener accidentes.
BARMAN: Cómo es esa wea, weón.
A.C.: Es un estudio que hacen estas weas de Chicago, que analizan caleta pero caleta de accidentes de auto, y en la mayoría de ellos hay un auto rojo involucrado.
BARMAN: Ja,ja,ja... estudios culiaos weones, weón. JA, JA, JA, conchesumadre.
A.C.: Se supone que, por ejemplo, de diez accidentes en siete o ocho (sic) hay un auto rojo involucrado.
BARMAN: Ja, ja, ja, en la wea tonta que gastan los estudios. JA, JA, JA...

Silencio, el BARMAN se sigue riendo, y el COPERO también. Lo del auto rojo es muy gracioso...

A.C.: ¿Qué opinas tú Choro Mota (COPERO)?
COPERO: Que en vez de ver de qué color son los autos culiaos mejor vean en cuántos accidentes se pasó el rojo, no se respetó la señalética y weas así.
BARMAN: Ja,ja, cómo los accidentes van a pasar por el color del auto, weón. Wea tonta, ja, ja.
CHEF: La solución es fácil, webón: que ya no saquen autos rojos, ja, ja.
A.C.: No sé yo. Yo sólo digo que el estudio ese dice que los autos rojos tienen más probabilidades de tener accidentes...
CHEF: Salió algo...

Todos se ponen de pie y vuelven a sus respectivas labores.
*A.C. hace referencia a que varios de sus amigos han muerto jóvenes, la mayoría de ellos por andar en las peligrosas calles de una población dominada por narcos, en mitad de la noche y peleando con todos los que a la primera sacan una pistola y disparan sin pensar. Situaciones diferentes que no restan impacto a lo narrado por GARZÓN GUAPO. Un poco más de humildad, por favor, querido A.C.

FIN