"LAS GRANDES PASIONES SON ENFERMEDADES INCURABLES"
-Goethe

domingo, 30 de marzo de 2025

Ratas de Montsouris, de Léo Malet

 

Bibliometro #93. Mayúscula con M mayúscula fue mi sorpresa cuando me encontré con que Bibliometro tiene un libro de Léo Malet a disposición, ¿y quién es Léo Malet?, me preguntarán ustedes, verán, Léo Malet es un escritor francés, prolífico y de prolífica actividad política en sus años mozos, creador de Nestor Burma, detective privado y protagonista de decenas de novelas de intrigas, misterios y complots. ¿Y cómo sabía yo de la existencia de este autor y este personaje? Pues porque Jacques Tardi, ese gran autor de cómics, adaptó cinco novelas de Malet en formato novela gráfica, las cuales yo pude disfrutar en los tiempos en que Howtoarseniolupin estaba vivo todavía, de hecho el dibujo de la portada está sacado de una de las adaptaciones comiqueras de Tardi, seguramente Niebla en el puente de Tolbiac o Calle de la Estación, 120, consideradas obras maestras (y yo concuerdo). Gracias a Tardi también descubrí la literatura de Manchette, en tanto también adaptó tres o cuatro novelas suyas al formato del cómic. Así que con estos antecedentes, mi alegría no era menor al momento de abrir estas páginas y sumergirme, por fin, en una de las misteriosas aventuras de Nestor Burma en su original literario.


Ratas de Montsouris pertenece a ese proyecto literario, que lamentablemente Malet no alcanzó a completar en vida, el cual, titulado Los misterios de París, consistía en escribir una novela por cada distrito de la capital francesa, es decir veinte novelas en total. Ambientada en el distrito XIV, mi consejo es que tengan el Google Maps a mano porque es un verdadero gusto no sólo adentrarse en la trama ideada por Malet sino que poder visualizar mejor las deliciosas descripciones que el autor nos da; es cierto que hay mucha diferencia entre el mapa que veremos hoy y el París de los años cincuenta, que es cuando se publicó esta novela, sin embargo, aunque ciertas calles han sido cambiadas o incluso sustituidas, los lugares más importantes siguen de pie (los parques, las plazas, ciertos edificios, una institución mental que luce bien siniestra por fuera, la reserva acuífera, etc.), ciertos barrios, ciertos cruces... Es un placer caminar, con cierto pequeño conocimiento de causa, junto a los personajes en sus idas y venidas por el distrito XIV.
La trama en sí también es una inteligente y enrevesada intriga que aúna varias tramas cuyo centro parece ser nuestro seguro y confiado Nestor Burma, de repente envuelto en capas y capas de misterios e incógnitas que irá resolviendo según vengan las cosas a punta de oficio, picardía y su buen toque de buena fortuna, en tanto el azar siempre está presente, siempre dice "¡no me olviden, no me ignoren!". Con una prosa alineada con la personalidad carismática, irónica y sesuda de su protagonista, el caso comienza cuando un antiguo compañero en un campo de prisioneros (ambos fueron soldados veteranos de la Segunda Guerra Mundial) le pide a Burma su asistencia con un asunto perfectamente legal y prometedoramente lucrativo, mientras, al mismo tiempo, un acaudalado y desalmado ex magistrado lo contrata por un asunto de extorsión. Sumen a ello que en el barrio hay un grupo de ladrones autodenominados como los Ratas de Montsouris que andan metiéndose en gran y variopinta cantidad y calidad de viviendas del distrito, robando a ciegas o buscando quizás algún objeto en concreto, además de otros llamativos personajes del ambiente artístico y pequeñoburgués del barrio, y tienen una novela cuyo intrigante y fascinante argumento apunta en todas direcciones y códigos (mujeres fatales, tesoros escondidos, redes criminales, pasado negro), sumando misterios y subtramas sin por ello perder el foco, perder un hilo maravillosa y magníficamente sostenido: la tensión del misterio, que más que ofrecer una luz al final del túnel se repliega en sus sombras. Y en las sombras quedaría todo de no ser por el genio investigativo de Nestor Burma, quien, como Sam Spade, tan seducido por el misterio también parece ir dos pasos adelante de la verdad.
Así las cosas, tienen una novela de detectives genial, narrada con la mano maestra, firme y sugestiva, de su autor, además de estar escrita con excelente gusto, una mezcla de sucio realismo, de toque coloquial y callejero, pero también de prosa elegante, sofisticada, dotada también de un sentido del humor libre, desprejuiciado y, lo mejor de todo, intertextual. Ratas de Montsouris es el vivo ejemplo de una novela escrita por una persona inteligente y talentosa/habilidosa que sabe cómo ensuciarse las manos y agitar un poco su pluma. Para mí, brillante escritura.
Una verdadera genialidad, Léo Malet eleva la novela de detectives a la categoría de bellas artes, sentando cátedra sobre literatura. Además la trama se resuelve por todo lo grande, de una manera plenamente satisfactoria. Recomendable total, un grande Léo Malet. Y de paso, un grande Jacques Tardi. Permítanse descubrir la obra de ambos artistas.


No es un autor muy conocido así que supongo que tiene sentido que solamente haya tres préstamos en dos años de existencia bibliometrusca, pero ya saben, ahora no hay excusa, si viven en esta ciudad vayan a pedirlo prestado y disfruten, es narrativa de detectives de gran calidad. Difundan la palabra, como decían los de subtítulos.es.