"LAS GRANDES PASIONES SON ENFERMEDADES INCURABLES"
-Goethe

martes, 25 de noviembre de 2014

Putos pájaros


Supongo que después de tanto, tantísimo tiempo, vuelvo a los balbuceos irreflexivos. Esta entrada en particular se dio por pura casualidad, algo tan desagradable como ir a la universidad o estudiar estupideces... yo diría que incluso peor: un pájaro entró a mi habitación a través de mi ventana. Puede que para el común de los mortales tal cosa no sea nada grave, pero para un sujeto con ornitofobia como yo, pues es una puta desgracia; y es que no soy como Blancanieves: pájaritos que vuelan a mi alrededor mientras canto y hago las labores hogareñas no es un panorama ideal para mí -digo, limpiar no tiene nada de malo ni me molesta en lo absoluto; los pájaros sí, maldita sea-. El asunto es que, mientras estoy viendo el segundo episodio de la tercera temporada de la genial "The Newsroom" -iba en el minuto diez, más o menos-, entra el puto pájaro de mierda en mi habitación; un sexto sentido me lo advierte: antes de que siquiera cruzara la frontera entre mi habitación y el mundo exterior (mi ventana), siento algo en la nuca, me giro, y veo a ese maldito y pequeño animal entrando en mis aposentos. De inmediato me pongo de pie y salgo corriendo de mi habitación, sin alcanzar a ponerle pausa al computador ni cerrar la puerta para que a la estúpida alimaña no se le ocurra dar un paseo por mi casa. Bajo al primer piso, donde me quedo durante mucho, mucho tiempo -el incidente sucedió a las 19.10, creo; escribo estas líneas a las 20.40-. Llamo a mi madre para preguntarle a qué hora va a llegar -para que pueda sacar al maldito pájaro, por si no ha dejado mi habitación para cuando mi madre llegue, unos quince minutos después-, y luego me pongo a leer una revista que ya había leído, más o menos, en la mañana. Digo más o menos porque sólo leí la entrevista a una modelo/actriz que también es ilustradora y joven madre, para quien la entrada al mundo de la actuación de las telenovelas fue un grandísimo paso. Eso en la mañana, claro; en mi triste exilio de mi habitación, leí un reportaje sobre la obra de Graciela Iturbide, fotógrafa mexicana que, mientras conducía su auto por ahí, escuchó un comercial que alentaba a la gente a estudiar cine, llamándole especialmente la atención que remarcaran que quienes se matriculen harían un ejercicio con un pañuelo. Una vez dentro de la carrera de cine de no recuerdo qué universidad -si es que era una universidad-, se metió a un curso casi abandonado de fotografía, ámbito del que no se despegó nunca. No haré un repaso ni a su vida ni a su obra, muy interesante y poderosa, simplemente mencionaré una cosa que tiene que ver con todo mi pobre lío: los pájaros; a Graciela le gustan, a mí no. De hecho, tiene un autorretrato en el que cubre sus ojos con pájaros, uno muerto y otro vivo. Claramente, yo no podría. Paréntesis: las fotos de abajo pertenecen a ella, siendo éstas el autorretrato mencionado y otra foto que me pareció espectacular, llamada "el señor de los pájaros" -pueden ver más en su página web-. Otro cosa interesante: en el artículo salía que a Graciela la persiguen sueños que son casi premonitorios: soñó con pájaros, y cuando los vio en la vida real, los capturó con su cámara. Y esto de los sueños me llama la atención, pues a mí también me persiguen extraños sueños, aunque no especialmente premonitorios, salvo inocuas excepciones -cuando era chico, una vez soñé que mi hermana me decía que era más fuerte que yo. Días más tarde, con la misma ropa y en el mismo lugar que soñé, me dice esas mismas palabras-. Pero en fin, continuando con mi exilio, termino de leer el reportaje o artículo, y me dispongo a leer otro sobre sexualidad e impulsos en los jóvenes, pero me da un poco de pereza; además, llega mi madre, quien sube y me dice que no hay ningún pájaro. Bien, perfecto. Igual espero y me quedo afuera, jugando con mis dos hermosas perras... si usualmente juego con ellas diez minutos, ahora estuvimos unos cuarenta: fue hermoso, hace tiempo que no las veía sonreír de manera tan manifiesta. Se hace oscuro y me entro, subo con mi madre a mi habitación, escoba en mano, y comienzo a tocar con la escoba cualquier escondite del maldito pájaro, mientras mi madre hace lo mismo pero con menos resguardo. No está ese asqueroso invento del señor. Me alegro un montón, aunque ya no tanto la consecuencia: mi ventana se quedará cerrada hasta que encuentre paz mental; y siendo verano, pues tendré que aguantar el calor... como todo un hombre. Me meto a mi computador, veo un par de noticias, entre ellas que el Manchester City de Pellegrini le ganó 3-2 al Bayern Munich de Guardiola, y yo me alegro, pues Pellegrini me cae bien y me encanta que gane. Lo curioso es que había soñado que el City le ganaba al Bayern, aunque el marcador era distinto: en mi sueño los del Pelle ganaban 1-0, pero una victoria es una victoria, ¿no? Finalmente comienzo a escribir esto, termino y adiós.
Ahora me pondré a ver lo que resta del episodio de "The Newsroom", luego escribiré mis comentarios sobre "Sauna", una peli finlandesa bastante buena aunque me dejó algo disconforme de tanto que la alababan -aunque mérito no le falta-, y no en mucho rato me iré a dormir. Ahora que lo pienso, primero me prepararé mi comida. En cualquier caso, y hasta que nos veamos de nuevo, chao.

No hay comentarios. :