"LAS GRANDES PASIONES SON ENFERMEDADES INCURABLES"
-Goethe

viernes, 9 de mayo de 2014

"Down", de Warren Ellis



  Bueno, bueno, bueno, luego de dos entradas de las cuales no me siento orgulloso (especialmente de la segunda, la primera era necesaria), comienzo a subir el listón... supongo. Al menos esta nueva entrada ya no es un montón de balbuceos irreflexivos llenos de caca (aunque con algún grado de decoro, mi único consuelo). En esta ocasión les comento/reseño un comic de uno de los autores más geniales que existe en el mundo del comic (valga la redundancia, lo otro era decir "el noveno arte", o el número que sea): el siempre violento, estimulante y genial Warren Ellis.


  Sin ser un vasto conocedor (todavía) de la prolífica obra de este autor (incluso tiene novela, me parece que dos, no estoy del todo seguro), es bastante común que Ellis, de vez en cuando y fuera de los grandes comics de super-héroes (o super anti-héroes), lance comics que no duren mucho en cuanto a cantidad de números se refiere; que es el caso de Down, que se extiende por cortos cuatro números (issues, en inglés).
  La primera impresión de que estas historias sean cortas suele ser positiva, ya que así uno tiene mucho Ellis en pequeñas dosis que no toman demasiado tiempo en terminar. En el caso de Down, lo leí en unos veinte o quizás treinta minutos. Se pasa volando. Y claro, es positivo porque siempre da gusto leer comics y no demorarse una eternidad. Pero son historias cortas, de considerable impacto mientras las lees pero que cuando las terminas no es la gran cosa. Fue divertido, fue interesante, fue más o menos genial, pero ya fue. Se acabó, qué viene ahora. Eso es exactamente lo que me ha pasado con Down: me entretuve mientras lo leía, pero al final quedé con la sensación de que este comic es completamente prescindible. Sin duda, una obra menor de su autor.


  ¿Por qué Down es una obra menor dentro de la obra de Ellis, además de ser por sí misma una obra indiscutiblemente prescindible?


  Primero, porque la historia en sí es bastante simple y poco original: una policía muy malas pulgas de gatillo fácil y que escupe groserías en cada oración, hace algo que no debe y la degradan dentro de la fuerza policial; como ya nadie la quiere, entonces mejor se infiltra dentro de una organización criminal para matar  o capturar al líder. Los detalles vienen con la historia. Como ven, una policía malas pulgas que tiene un particular estilo de hacer valer la justicia que se debe infiltrar no es nada nuevo, y tampoco tiene ese algo extra que la haga diferente a cualquier otra historia más (del cine, literatura, vida real, etc.); además, su desarrollo es bastante previsible y las cosas que suceden no son sorprendentes. Realmente, nada nuevo: premisa ya vista, contada de manera ya vista.
  Historia repetida sale podrida.

  Segundo, el dibujo no me parece nada sorprendente ni con un estilo propio que le saque más jugo a la historia y la haga una auténtica delicia visual. Va en la línea de que no se aleja de cualquier otro comic violento de policías infiltrados. No soy experto en dibujo, y no critico la calidad del mismo, sólo digo que no es la gran cosa si tomamos en cuenta quién escribió la historia. Además, y supongo que esto se habrá hecho a propósito, en algunas viñetas de tiroteos es posible notar "rupturas de eje"; ya saben, cuando una bala sale por la derecha del cuadro, y en la viñeta siguiente, en vez de entrar por la izquierda, entra por la derecha, como si quien disparó (o el destinatario) hubiesen cambiado de lugar en un parpadeo. Aunque no me hice problemas, igual causa cierta molestia.

  Tercero, lo que contribuye a que la trama no tenga permanencia en la mente de uno es que las cosas suceden demasiado rápido. Es una vorágine sin descanso, sin momentos de quietud y reflexión (momentos que en sus mejores comics son sensacionales). Desde que comienza el comic con una masacre que no debía suceder, las cosas se siguen sucediendo a un ritmo infernal que entretiene pero no queda; seguimos viendo masacres, alguno que otro diálogo un poco chispeante e ingenioso, pero la historia no es más que una excusa para que la protagonista se ponga a disparar y matar como loca. Ni siquiera su terrible pasado importa, porque el desarrollo en este caso no es de personajes, sino de acciones. Acciones entretenidas, pero personajes sin identidad (clones mezclados con otros clones para que no parezcan tan iguales a otros personajes).
  En conclusión, suceden cosas interesantes a un ritmo desaforado, pero le suceden a personajes que no nos importan, haciendo que las acciones acontecidas pierdan importancia y emoción.


  No obstante, a favor hay que decir que tiene los ingredientes reconocibles de Ellis, y que al menos ayudan a que Down no sea tan como cualquier otro comic común y corriente (aunque sigue siendo una obra menor y muy poco personal): violencia descarnada y visceral, humor negrísimo, y toda la filosofía de Ellis, quien siempre pone en duda los límites convencionales de moral y rectitud. Para Ellis, los humanos son lo peor, lo más bajo (no es baladí que el comic se llame Down, una clara caída moral y profesional de su protagonista), y nada puede evitar eso. La violencia es inevitable, y nunca dejará de existir. Puro Warren Ellis, y en su pureza habitual.
  Claro que la lectura anterior es bastante simple, ya que el mismo comic no es la gran cosa; Ellis tiene obras mucho más densas y complejas, a las que se les pueden dar lecturas mucho más interesantes (como Freak Angels, o la monumental Transmetropolitan). En resumen, los policías no son los buenos, así como los criminales no son los malos: en el fondo, los humanos son humanos, con todo lo que ello significa. Ni bien ni mal, simplemente naturaleza.

  En fin, un comic para pasar el rato. Y les aseguro que va a ser un buen rato, sabor no le falta. Pero si quieren ver al Warren Ellis de verdad, mejor vayan por sus otros trabajos; esta es una obra menor sin trascendencia alguna.

  Si lo quieren leer, está para descargar aquí, excelente página llena de comics.

No hay comentarios. :