"LAS GRANDES PASIONES SON ENFERMEDADES INCURABLES"
-Goethe

martes, 18 de junio de 2024

HOTLINE MIAMI & HOTLINE MIAMI: WRONG NUMBER

El otro día hablando de The Hong Kong Massacre sacamos a colación la clara influencia de Hotline Miami, y pues bien, siempre ha sido un juego sensacional, lo tenía pirateado, pero ahora con Steam lo obtuve por una módica suma (los descuentos que a veces dan son para chuparse los dedos), y por ahora me refiero a un par de meses. Mi pequeño hartazgo de PUBG me ha hecho, finalmente, ir probando todos los otros videojuegos que he ido comprando (y si uno los pilla con sorprendentes descuentos, pagando con cierta tarjeta digital se obtiene un cashback que hace de la adquisición algo aún más conveniente). Y le llegó el turno a Hotline Miami, un divertimento de tomo y lomo que, sin embargo, tiene múltiples características que elevan su calidad por sobre el resto, y que por lo mismo le merecieron grandes elogios y clamor popular allá por el 2012, cuando fue publicado sin grandes expectativas y acabó sorprendiendo a propios y extraños. Lo que se dice, un juego de culto.

De Hotline Miami tenemos un planteamiento muy sencillo, cruda y orgullosamente arcade: desde una cámara cenital, ir acabando con la vida de todos los enemigos que encuentres a disposición, por lo general de las maneras más brutales: con armas blancas y armas de fuego, y bueno, tus puños desnudos y sedientos de sangre también sirven. ¿Cómo se le insufla calidad sobresaliente a dicho planteamiento? Bueno, primero que todo, gracias a un argumento que, sin caer en enredos ni pretensiones vagas, poco a poco va descubriendo capas de complejidad dramática, en tanto lo que comienza siendo una suerte de ciego cumplimiento del "deber" (el protagonista, Jacket, recibe llamadas telefónicas que le indican dónde debe ir y qué hacer: matarlos a todos) se revela como una amplia telaraña de oscuros intereses en la cual nuestro protagonista no es más que uno de los bichos atrapados. De esta forma, podemos decir que la trama avanza por dos caminos: por un lado, el revenge-thriller-psicológico del protagonista, cuya percepción de la realidad cada vez se vuelve más incierta y lucha por mantener su sanidad mental a flote (visiones lynchianas incluidas) mientras decide llevar hasta las últimas sus matanzas a fin de vengar los vejámenes que sufre su rescatada novia; por el otro, a través de otro personaje jugable que aparece luego de que terminamos la trama principal del protagonista (el verdadero cánon), nos enteramos del porqué de las llamadas y quién está detrás, ya que este otro personaje no quiere seguir instrucciones y prefiere llegar al fondo del asunto. De esta forma, entre matanza y matanza, vamos conociendo llamativos personajes e historias (atención al amigo del protagonista), todo aderezado con una atmósfera muy malsana y, como dije, lynchiana, simbólica, surreal, hasta fatalista y nihilista, que no hace sino acrecentarse: a fin de cuentas la violencia es un sinsentido animal y los humanos, animales disfrazados de entes civilizados.

Lo demás es pura dulce jugabilidad y aspectos técnicos: una machacona y adictiva banda sonora que en sí misma es un prodigio de recolección; un diseño de niveles dinámico e imaginativo que no se repite y que ofrece sus buenos 20 niveles jugables; elementos escondidos y desbloqueables más allá de lo que obviamente tenemos que hacer, que ofrecen una re-jugabilidad siempre agradecida (yo quiero completar cada nivel con cada máscara; deséenme buena suerte)(además de los logros que el mismo Steam propone); muchas maneras de jugar y matar, ya sea sin balas, con balas, con tus manos, a lo bestia, con sigilo, con ésta máscara o aquélla, en resumidas cuentas un buen abánico de posibilidades para afrontar el reto de matar a mucha gente; y claro, esa altamente estilizada estética ochentera y narrativa inspirada en Drive, de NWR. Un passion project que merecidamente obtuvo grandes elogios y que año tras año sigue demostrando su valía e inventiva.

Tres años después llegaba la esperada secuela, Hotline Miami: Wrong Number, que inicialmente iba a ser un DLC pero finalmente, dadas las dimensiones que estaba tomando, el creador decidió que era mejor elaborar una secuela propiamente tal. Wrong Number obedece a la sencilla máxima de la secuela que es bigger, nastier y louder. Un ejercicio de pura ambición, como tiene que ser. Esta secuela se desarrolla antes, durante y después de lo visto en la primera entrega, ofreciendo respuestas y nuevas perspectivas a todo este asunto de las misteriosas llamadas que te obligan a convertirte en un asesino despiadado y brutal. Así las cosas, tenemos el punto de vista de otros dos sujetos que cumplían con misiones al mismo tiempo que Jacket; de antes, misiones militares suicidas en Hawai protagonizadas por el amigo barbudo de Jacket, ahora silente compañero de pelotón; y la mayoría de las misiones que vienen después de lo visto en Hotline Miami: un policía corrupto que utiliza su posición para matar criminales; un periodista que quiere escribir un libro sobre las llamadas (y que ofrece la posibilidad de jugar no violentamente); cinco amigos conocidos como Los Fanáticos, quienes, inspirados en las hazañas de Jacket llevan a cabo sus propias barridas; el actor de una película basada en los crímenes de Jacket que confunde la realidad con los hechos de la película en que actúa; y algunos personajes de la mafia rusa, que luego de ver diezmadas sus fuerzas a manos de los solitarios asesinos quieren recuperar su sitio en el submundo mafioso. Todo presentado de una manera no lineal (en el wikipedia en español dice "narrado de manera anacrónica"... no creo que sepan qué significa eso) que le da su toque interesante, porque, tal como en Pulp Fiction, bien entrado el relato jugamos con personajes que vimos morir antes, o después, o... ya saben lo que quiero decir, je, je.

Wrong Number es una digna y sólida secuela, que no queda bajo la alta vara que dejó Hotline Miami. Potencia su jugabilidad con este entramado argumental más ambicioso y complejo (mayor atención a los personajes además, sus backstories y personalidades humanas, dando como resultado un progresivo e intenso in crescendo emocional: las misiones finales de cada personaje son verdaderos all in's), además de mejoras gráficas, jugabilidad más brutal y sangrienta, distintos personajes con distintas habilidades, un diseño de niveles aún mayor y más difícil, e innovaciones que es mejor que descubran por cuenta propia, aunque ya mencioné que uno de los personajes puede jugar sin matar a nadie, y ya por el final, un nivel literalmente lisérgico que corona a la perfección la experiencia de jugar Hotline Miami. Oh, bueno, y para qué hablar de la banda sonora, de incontestable calidad (de nuevo). Hace que jugar sea aún más placentero. Una selección que te hace babear...

En definitiva, dos juegos magníficos que vale la pena jugar y adquirir. Totalmente recomendado. Háganle. Yo sigo dándole a los niveles, a ver si logro desbloquear todos los logros, ja, ja...

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